El canal TVN está próximo a estrenar un nueva teleserie nocturna
llamada "Poseída" cual se basa en una historia real ocurrida en la
ciudad de Santiago por allá en el siglo IXX durante el mes de agosto de
1857 para ser más exacto.
Este suceso fue el primer exorcismo documentado y aprobado por el vaticano en Chile.
¿Quién fue Carmen Marín? A continuación, les dejo un extracto de humu.cl
Carmen Marín fue una muchacha que nació en Valparaíso en Junio de 1838 y
que muy prontamente quedo huérfana, a los 13 años ingresa a la escuela
de monjas Francesas en donde una noche, mientras rezaba, sintió un
profundo miedo. Luego, soñó que peleaba con el Diablo y se levantó para
agredir a sus compañeras. Años después, en su habitación de la calle
Maestranza, era visitada por una rotativa de curiosos que querían
conocer a la “endemoniada de Santiago”.
Para la Iglesia Católica,
los extraños ataques de Carmen Marín eran obra del Diablo. De ahí su
sobrenombre. En cambio, para la mayoría de los médicos, eran episodios
de histeria explicables desde la ciencia. La mujer, con 19 años, se
convirtió en el eslabón entre ambos campos, y en el primer hito de la
siquiatría en Chile.
Su historia pasó de boca en boca y sobre
ella escribieron el siquiatra Armando Roa y Braulio Arenas. Ahora, el
narrador y periodista Patricio Jara en 1974 se interesó en ella para
hacer una novela. Pero se encontró con un documento perfecto, que superó
la ficción: el testimonio que el cura José Raimundo Zisternas, quien
practicó el exorcismo a la joven, entregó al arzobispo Rafael Valentín
Valdivieso. Jara decidió reeditarlo, incluyó notas de prensa de la época
e hizo pequeños cambios formales.
Zisternas, explica Jara en el
libro, fue “el primero en brindarnos una de las crónicas más aterradoras
que recuerde la historia de Chile”, El presbítero siguió a la mujer por
seis días, y con detalle narra cómo su cuerpo se contorsiona, su cara
se desfigura hasta no parecer humana y sus cabellos se erizan. Dice que
la mujer, estando en trance, entiende francés, inglés y latín, dice
palabras vulgares, se azota la cabeza con rabia, percibe las cruces
aunque estén escondidas y adquiere una fuerza que ni un grupo de hombres
puede contrarrestar. Sólo obedece a los sacerdotes y sus ataques se
calman al escuchar el Evangelio. Luego, su cuerpo vuelve a ser el de una
dócil joven, sin dolor ni recuerdo alguno.
Fue él quien convocó a
una serie de médicos para que la observaran. Sus informes se incluyen
en el testimonio para el arzobispo, y ahí aparecen frases como “Nada
tiene de sobrenatural esta enfermedad”. El presbítero a esas alturas era
ofendido a través de la prensa. “Con mengua de su dignidad sacerdotal
se han propuesto dar a la muchacha enferma en espectáculo”, dijo el
diario El Ferrocarril.
En el exorcismo surgen diálogos como:
“¿Por qué atormentas a la Carmen?”, en la voz de Zisternas. “Para probar
su paciencia… y también la tuya”, responde ella, en trance. Y después
de un rezo del presbítero, grita: “¡Bribón! No sabes con quién te estás
metiendo”.
Tras éste, terminaron los ataques y comenzó la
leyenda. “La historia de Carmen Marín puede leerse como una
representación del Santiago de mediados del siglo 19″.