Novela gótica de James Malcom Rimher. Fue publicada en 1845 y 1847 está ambientada a comienzos del siglo XIX, a pesar de que se citan datos muy posteriores. El protagonista es Sir Francis Varney; un vampiro empecinado en vengarse de la familia Bannerworths. Insólitamente, y muy a pesar de los instintos sanguinarios de Varney, este vampiro también posee un alto grado de avaricia. De hecho, jamás queda claro si atosiga a la familia por el placer que le causa la sangre, o bien para conseguir algo de su posición acomodada.
Aquí surge otra extraña bifurcación en el relato, ya que hay pasajes que describen a Varney como un vampiro liso y llano, y otros donde se lo define como un humano que actúa como un vampiro. Tengamos en cuenta que el relato no fue pensado como una novela, y que posiblemente fue escrito alternativamente por varios autores en un período de dos años. Mayor asombro causa el árbol genealógico de la familia Bannersworth, en el cual aparecen y fallecen hijos de los que nunca tuvimos noticia.
Llegando al final de la novela, que a esa altura ya se ha convertido en una cruzada épica del lector, somos testigos de un intento de suicidio por parte del vampiro. Si esto resulta curioso, el sitio elegido para la inmolación es aún más inverosímil (aunque el lector, si llegó hasta aquí, es inmune a cualquier cosa), nada menos que el monte Vesubio.
Pero a pesar de todas estas incoherencias: Varney, el Vampiro ejerció una influencia notable en la literatura vampírica, particularmente en Drácula, de Bram Stoker. Los pasajes sangrientos de Varney, el vampiro son realmente sangrientos, sin ninguna clase de erotismo. También debemos a la novela la inclusión de los colmillos en los vampiros, que por primera vez aparecen en la literatura. Asimismo, Varney es la primera novela que habla de las marcas en el cuello y hombros de las víctimas, la inducción hipnótica de los vampiros, la fuerza sobrehumana, y el horror al ajo. Todas estas cosas son exclusividades de la novela.
Aquí surge otra extraña bifurcación en el relato, ya que hay pasajes que describen a Varney como un vampiro liso y llano, y otros donde se lo define como un humano que actúa como un vampiro. Tengamos en cuenta que el relato no fue pensado como una novela, y que posiblemente fue escrito alternativamente por varios autores en un período de dos años. Mayor asombro causa el árbol genealógico de la familia Bannersworth, en el cual aparecen y fallecen hijos de los que nunca tuvimos noticia.
Llegando al final de la novela, que a esa altura ya se ha convertido en una cruzada épica del lector, somos testigos de un intento de suicidio por parte del vampiro. Si esto resulta curioso, el sitio elegido para la inmolación es aún más inverosímil (aunque el lector, si llegó hasta aquí, es inmune a cualquier cosa), nada menos que el monte Vesubio.
Pero a pesar de todas estas incoherencias: Varney, el Vampiro ejerció una influencia notable en la literatura vampírica, particularmente en Drácula, de Bram Stoker. Los pasajes sangrientos de Varney, el vampiro son realmente sangrientos, sin ninguna clase de erotismo. También debemos a la novela la inclusión de los colmillos en los vampiros, que por primera vez aparecen en la literatura. Asimismo, Varney es la primera novela que habla de las marcas en el cuello y hombros de las víctimas, la inducción hipnótica de los vampiros, la fuerza sobrehumana, y el horror al ajo. Todas estas cosas son exclusividades de la novela.