El miedo nos inunda y la oscuridad nos acecha.Somos presos de nuestros temores cautivos, vivimos atrapados y caímos víctimas del terror subjetivo. No podemos escapar a las sombras, ellas son parte de nosotros y nosotros de ellas.
Mi nombre es oscuridad, soy aquel que las almas malditas llaman para obtener el perdón. Soy tinieblas, soy vino, sal y disfruto de la sangre roja carmesí
No tengo miedo al umbral, no tengo miedo a las estacas ni a la cruz